lunes, 29 de octubre de 2012

Matemáticas aborígenes


El papel de Canarias es fundamental para reconstruir la historia antigua de las matemáticas y la astronomía en el norte de África, afirma el matemático José Barrios, quien ha investigado los sistemas de numeración y los calendarios aborígenes de Gran Canaria y Tenerife en los siglos XIV y XV en relación con las poblaciones bereberes continentales. Según Barrios, que es profesor titular de Análisis Matemático de la Universidad de La Laguna, la información procedente del norte de África ilumina lo que pasaba en Canarias, pero a su vez las islas documentan el pasado africano.

Comenzó a investigar esta cuestión —motivo de su tesis doctoral— tras plantearse qué tipo de matemáticas podían tener los antiguos pobladores del Archipiélago.

Esa investigación resultó bastante complicada porque las noticias «eran muy escasas, estaban muy diseminadas y eran difíciles de interpretar correctamente». Ello le obligó a realizar una búsqueda exhaustiva de fuentes escritas y arqueológicas, y formarse en astronomía y antropología, en una investigación que le ha llevado más de doce años. Desde el punto de vista de las matemáticas, la importancia de los datos canarios se debe a que los documentos que recogen las listas numerales isleñas son «con diferencia» los más antiguos que se conservan en todo el norte de África, desde Libia hasta Canarias.

De hecho, las listas numerales bereberes más antiguas que se conocen fueron recogidas por Ali Bey en 1814 mientras que, dejando aparte los nombres de las islas, el primer documento lingüístico de cierta entidad sobre Canarias es una lista de números de Gran Canaria datada en 1341. Fue recopilada por expedicionarios portugueses que llegaron en esa fecha a Gran Canaria, recogieron a cuatro aborígenes que se acercaron a la embarcación y los llevaron a la Península.

Durante el trayecto esos canarios relataron, entre otras cosas, cómo contaban del 1 al 16. La noticia de la expedición fue recogida por mercaderes italianos afincados en Sevilla y enviada a Florencia, y sus cartas llegaron a manos de Giovanni Boccaccio, el autor del «Decamerón», que las copió. Según este manuscrito, los canarios contaban anteponiendo las unidades a las decenas de este modo: 1. nait 2. smetti 3. amelotti 4. acodetti 5. simusetti 6. sesetti 7. satti 8. tamatti 9. aldamorana 10. marava 11. nait marava 12. smatta marava 13. amierat marava 14. acodat marava 15. simusat marava 16. sesatti marava.

Florencia
Ahora su manuscrito se conserva en la Biblioteca Nacional de Florencia, y hay otra segunda lista de numerales que se atribuye al conquistador Antonio Cedeño. Incluso hay una tercera lista de números que figura en una comedia que en 1582 escribió Bartolomé Cairasco para recibir al obispo Rueda, en la que introduce frases en canario en boca de Doramas, uno de los personajes. Los sistemas numerales que se deducen de estas tres listas muestran un «claro fundamento bereber», con la misma estructura y raíz de los numerales bereberes continentales, con la peculiaridad de que el ordinal que designa al número «3» no aparece en ningún dialecto bereber norteafricano salvo en el antiguo Egipto.

Los estudios arqueoastronómicos los realizó fundamentalmente en la montaña de Cuatro Puertas en Telde (Gran Canaria), en donde se cree que hubo un «almogaren», una especie de santuario, y en donde Barrios encontró señales de lo que pudo haber sido un observatorio astronómico que marcaba el solsticio de verano.

También estudió los motivos geométricos de la Cueva Pintada de Gáldar, sobre los que cree que hay «bastantes posibilidades de que hayan podido utilizarse para mantener un calendario lunisolar y otro de eclipses».

(Publicado por ABC
http://www.abc.es/20110517/comunidad-canarias/abcp-matematicas-aborigenes-20110517.html )

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